Tercera Generación
BATIK EN ALGODÓN. DIMENSIONES: 150 X 115 CM. 2014.
Lorena Lemunguier (Artista)
Proyecto: Diálogos del reconocimiento. Investigación y creación en torno a la interculturalidad / 2014 - 2015
Categorías: Pueblos Originarios, Textil, Representación, Poscolonialismo, Pintura, Pigmento, Migración, Mestizaje, Memoria, Manualidad, Identidad, Historia, Color, Autobiografía
Pedro Mege
El batik viene de oriente, igual que los mapuche que viajaron al este y de ahí al sur, y del sur a las grandes ciudades ajenas. La materia sutil de la tela que por reserva, por lo que no es (negativo), revela una realidad que es (positivo), donde el zar en teñido craquelado de los colores madres (negro, rojo, amarillo y azul) se expresan para dar forma a la conciencia inalterable: somos viajeros de la memoria perpetua, de la resistencia constante. La ciudad como “nube negra”, la ciudad que hace doler y apela al olvido. Bajo la ciudad está la memoria, protegida de rojo, que se levanta en los tótems de los antepasados, los chemamüll, para alzarse al amarillo de la luz celeste. La fuerza de lo telúrico de las memorias que se elevan a la luz, a lo celeste.
Lorena Lemunguier
Soy mapuche- chilena, nacida en la gran ciudad. Llevo en mi sangre dos culturas y la contradicción de millones de seres como yo, que han debido entender que este mundo está diseñado por y para los que no creen en la diversidad. Mi obra es la representación del sentimiento de los primeros migrantes. Una ciudad oscura, que lo atrapa y en la que está perdido, distinto al suelo que lo vio nacer allá en el sur. Tres generaciones de mapuche se han sucedido entregándose el poder de mando, cada una luchando con nuevas armas. En medio del cemento, descubrimos que nuestro mundo, nuestra Ñuke- mapu, late poderosa, y que además nuestros ancestros se yerguen sobre los edificios para resguardar nuestra memoria. Hemos hecho aquí nuestras vidas sin olvidar a nuestros espíritus protectores, que nos hacen continuar y reinventarnos en el tiempo. Soy hija de mi padre y madre de mi hijo. Somos los que desenterramos la verdadera historia de nuestro pueblo mapuche.